La Terapia Miofascial se basa en un conjunto de técnicas suaves de estiramiento altamente especializadas para tratar pacientes con problemas de tejidos blandos.

Para comprender este tratamiento, es importante definir que es la Fascia: es un tipo de tejido conectivo muy resistente, de apariencia membranosa que conecta y envuelve todas las estructuras corporales (órganos, músculos, fibras musculares, etc.). El conjunto de fascias forma una especie de red tridimensional continua que reviste y conecta todos los elementos del cuerpo, formando el sistema fascial. Esta configuración tiene importantes consecuencias funcionales sobre músculos y órganos. Protege cada uno de sus componentes de forma individual, así como proporciona una protección de todas las estructuras a nivel global. Su resistencia permite mantener la forma anatómica de diferentes segmentos corporales, conservando su forma original.

Constituye también una primera barrera contra variaciones de tensión provocadas por impactos mecánicos (internos y externos), de forma que actúa como un sistema amortiguador y de dispersión, conservando de esta forma la integridad de las estructuras que envuelve y protege.

Cuando, por ejemplo, se lesiona un grupo de fibras musculares, éste y la fascia que las rodea se acortan y disminuyen su elasticidad. Esta situación altera otras partes del cuerpo, causando dolor y otra serie de síntomas en esa zona y en áreas que no podríamos sospechar.

La terapia miofascial trata estos síntomas relajando la anormal tensión de la fascia lesionada, proporcionando ajustes y reequilibrios a nivel global de todo el cuerpo.

“Los opuestos son del todo inseparables y recíprocamente dependientes, ninguno podría existir sin el otro.”

(Ken Wilber)

Plácido García

Fisioterapeuta y Terapeuta Transpersonal

Adrián Morón

Fisioterapeuta